Waris Direi creció en una familia nómada de pastores
somalíes compuesta por doce hermanos y a los cinco años fue sometida a la
dolorosa práctica de la ablación genital, dejándola después en un refugio
improvisado bajo un árbol durante varios días para recuperarse de su
"operación".
A los 13 años, huyó de un matrimonio arreglado con
un hombre de 60 años y emprendió una aventura que la llevó a través del
desierto hasta Mogadishu y, de allí, finalmente a Londres donde comenzó a
trabajar como criada en la casa de una tía suya que estaba casada con el
embajador de Somalia en el Reino Unido.
Cuando sus familiares regresaron a Somalia, ella decidió
quedarse, aprendió inglés y consiguió un trabajo en McDonald's, donde fue
descubierta por el fotógrafo británico Terence Donovan. Waris
Dirie se convirtió en una supermodelo internacional. En 1987
apareció en la portada del exclusivo calendario Pirelli, participó
en la película de James Bond Alta tensión y desfiló en París,
Milán y Nueva York además de formar parte en campañas publicitarias para las
principales marcas de belleza, incluidas Revlon y Chanel.
Sin embargo, aunque modelar le parecía algo muy divertido
al final no le satisfacía y decidió utilizar su imagen para convertirse en una
ferviente defensora de los derechos de las mujeres.
Quiso contar sus memorias en un libro autobiográfico, Amanecer
en el desierto (Ediciones Maeva). lo
hace con un fin determinado: recaudar fondos para la organización Desert Dawn
-creada en 2001 por ella misma-, lucha contra la mutilación genital femenina.
"
De 1997 a 2003 fue embajadora especial de la ONU contra la
mutilación genital femenina.
En 2002 fundó su
propia organización, la Waris Dirie Foundation para luchar contra la MGF.
Autoestima, Autoconcepto y Autoimagen:
Waris Dirie tuvo que enfrentarse a numerosos desafíos, que
tuvo profundas repercusiones en su autoestima y autoimagen. Durante su
adolescencia(13 años), fue vendida para casarse, lo que afectó su sentido de
valor propio. Pero huyó.
Dirie fue capaz de reconstruir su autoestima a
través de la aceptación y el amor por sí misma, en especial a tomar control de
su cuerpo y su vida.
Waris se alejó del autoconcepto de ser solo una
"modelo" y, en su lugar, se definió como una defensora de los
derechos humanos. Esto reforzó su autoestima, al encontrar un propósito que iba
más allá de la apariencia física y que se conectaba con su identidad como
sobreviviente y líder en la lucha contra la MGF.
En cuanto a su autoimagen, Waris fue capaz de
desafiar los estereotipos de belleza impuestos por la industria del modelaje.
En lugar de conformarse a las expectativas occidentales, Waris utilizó su
plataforma para concienciar sobre las realidades de las mujeres africanas y la
lucha contra la opresión.
Creencias, Valores y Actitudes
Las creencias y valores de Waris están profundamente
arraigados en su experiencia personal de sobrevivir a la MGF. Su experiencia le
llevó a desarrollar una firme creencia en la dignidad y los derechos de las
mujeres.
Conforme a la actitud en lugar de verse a sí misma
como una víctima, Waris asumió una postura de superación y lucha. Esta actitud
se manifestó en su activismo y su trabajo como Embajadora de la ONU
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